¿Qué hacemos?
Ofrecemos un espacio de permiso y libertad para conectar con nosotros a través del cuerpo y el movimiento.
Las herramientas que utilizamos son el movimiento (guiado, libre, expresivo, energético), la respiración, el contacto y el masaje, la liberación de la voz y el sonido, la música y el silencio, el juego, la teatralización, el ritmo, el entrenamiento en la atención, la escucha y la contemplación.
¿Para qué?
Una parada en la semana para escuchar el cuerpo, para conectar con nuestra vitalidad y nuestra energía, para ayudar a aflojar tensiones y permitirnos el descanso, para soltar lo que ya no me sirve y tomar lo que esté necesitando.
Con la práctica continuada conseguimos aumentar la capacidad expresiva del cuerpo y su fluidez, y el grupo favorece un espacio de nutrición y permite potenciar la circulación energética.