¿Qué es?
Proponemos un espacio de confianza y confidencialidad, donde podamos ir tomando conciencia y desarrollando herramientas que nos ayuden a estar más en contacto con nosotrxs mismxs.
En este viaje de transformación, a través de la relación terapéutica, se abre un espacio que posibilita el reconocimiento de patrones relacionales, y donde acompañamos las memorias emocionales que quedaron inconclusas y que se actualizan en nuestras vínculos continuamente. Nace así una oportunidad de resignificación, una mirada compasiva, un abrazo a lo que es, que hace posible que se libere la vida que estaba congelada o atrapada a una imagen falsa de nosotrxs mismxs. Abrazar lo que realmente está presente, explorando y profundizando en las sensaciones y las emociones, amplificando el contacto, sin la ambición de cambiar, sin la tensión de conseguir un resultado, recuperando el valor intimo y profundo de la experiencia de estar presente. Surge entonces y de manera progresiva, la conexión con el Ser, un lugar interno que se va develando y que nos permite acceder a la profunda comprensión del ser vivo que somos en relación.

El fundamento de nuestra labor como acompañantes se sostiene en el reconocimiento de que todo el camino que vamos a recorrer juntos esta amparado en una relación de respeto, de afecto, y de una mirada amorosa donde el espacio de presencia que compartimos, nos permite ir creciendo y recuperando la sagrada relación con nosotrxs mismxs. La configuración del origen en el vinculo trae un orden, una matriz vincular donde poder mirarse y reconocerse, recuperar la confianza en la sabiduría del organismo, y recuperar el amor y el valor que nos es propio.

Hay diversidad de situaciones por las que podemos conectar con la necesidad de ayuda para transitar situaciones que la vida nos presenta, algunos procesos son más breves y otros son de mayor profundidad. Algunas de estas situaciones pueden ser: falta de autoestima, crisis vitales y perdida de sentido, dificultades en las relaciones significativas de intimidad, duelos y pérdidas, somatizaciones o mala relación con el propio cuerpo, o dificultades de gestión emocional y toma de decisiones.
A través de las técnicas psicocorporales integradas, la Gestalt humanista y la mirada sistémica, entendemos que cada persona, con su particular momento de su ciclo vital, tiene unas necesidades especificas. Adaptamos así el proceso que nos habilitará el poder reconocer y desarrollar nuestros recursos, dones y fortalezas que nos permitan hacer frente a los desafíos de la vida con mayor libertad y humanidad.